CASO # 01: La Disney…
Es la forma en que identifico a todos aquellos (as) ilusos de cuentos de hadas que asisten disfrazados a una entrevista “seria” de trabajo como si fueran alguno de sus personajes favoritos de cuentos de la tele; y en el peor de los casos, hasta actúan como si lo fueran...
Es la forma en que identifico a todos aquellos (as) ilusos de cuentos de hadas que asisten disfrazados a una entrevista “seria” de trabajo como si fueran alguno de sus personajes favoritos de cuentos de la tele; y en el peor de los casos, hasta actúan como si lo fueran...
Supongo que ser excesivamente
tierno (a), querendón (a) y sonriente debe ser útil en un concurso de belleza o
si aplicas a un empleo de niñera frente a Mickey Mouse, pero para cualquier
otro oficio, digamos un Asistente Administrativo o un Pasante de Escritorio
Jurídico, no lo veo imposible…, lo veo INEXISTENTE.
Ningún empleador quiere oírle
hablar a su candidato (a) para el cargo, de sus sueños y fantasías rosa que ni
siquiera Donald Trump en su libro de éxitos respaldaría.
Hay que ser realistas, si quieres
que en tu entrevista de trabajo te descarten a la primera y te miren como a
bicho raro, asegúrate de hablar tiernamente de una utopía, seguido de un tono
chillón en la voz con excesiva alegría y de paso, si puedes y no lo controlas,
aprovecha de dar unas palmaditas efusivas. Te aseguro que no habrá
seleccionador o reclutador que asuma que debajo de tu chaqueta color crema,
jeans oscuros y zapatos de patente, se encuentra un ser maduro que haya
superado los 5 años de edad mental o que por lo menos, le haya echado un
vistazo a la pubertad.
JAJAJA. CIERTO. UN BESO EMILY
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