¿Te
ha pasado que estás atravesando una “racha
de mala suerte” y buscas ayuda, por ejemplo, en una librería (por aquello
de los libros de autoayuda), pero todos los tomos que encuentras hablan de cómo
hacerse rico, famoso o tener éxito?
Pareciera
como si todos esos libros hubieran sido escritos por personas insensibles cuyo
único propósito es restregarnos en la cara lo débil que somos mientras ellos
triunfan alegres y con una gran sonrisa en el rostro…
¡Qué ironía!
¡Un afortunado
le enseña alegría a un desdichado!
¡Un famoso le
enseña éxito a un desempleado!
¡Una
modelo estrella le enseña dietas a una ballena!
¿Será que
alguno ha notado que están predicando en el desierto y que necesitan un
traductor para decodificar el mensaje primero?
Porque
cuando el patriarca Job lo perdió todo
y no
más le quedó aliento en el cuerpo para moverse y la “viperina” mujer
más
atrás pidiéndole que se muriera, él dijo: “Yo
sé que mi Redentor vive”
, uno
podría sentirse estimulado y hasta animado a decir: “Vale, yo también puedo”
;
porque al fin y al cabo, el pobre hombre entiende lo que estoy pasando ya que
habla desde su dolor, pero alguien que en su cumbre me dice: “Sube”
, no
te deja más alternativa que mirarlo y preguntar con una enorme tortícolis
afectándote en ese momento: “¿En serio?”
No me mal
entiendan, en verdad agradezco los consejos y qué bueno sí llegan en el
instante oportuno, pero caen como patada en el hígado cuando llegan de alguien
que parece menos golpeado que nosotros.
Es
una de esas ocasiones en que prefieres decir: “¿Sabes qué?..., ¡Mejor cállate!”
Así
que, no escribo esto para enseñarte a ser endiabladamente rico
, ni
podridamente famoso o ridículamente exitoso
. Lo
escribo para que evites ahogarte en la tristeza del “YO NO PUEDO” o siquiera repitas los mismos errores que otros como
yo hemos cometido en el sádico proceso del crecimiento y la superación.
Empecemos
con lo que yo llamo: “DESEMPLEO SEGURO”,
una forma práctica de perder un empleo o ni siquiera conseguir uno.
Seguidamente,
hablemos de “VIVENCIAS”, una
reflexión positiva de lo peor de tu vida (o la mía).
Luego,
continuemos con “DESASTRE NATURAL”,
mi forma cariñosa de referirme a mis metidas de pata, claro está, también valen
las de los demás.
Y
no dejemos de lado “LA IRONÍA DE LO
INSÓLITO”
;
anécdotas, historias o cuentos que algún desconocido contó pero que
aterradoramente se parecen mucho a la realidad y enseñan una gran verdad.
Bienvenidos
a mi espacio de desahogo…, tal vez, no sea lo que esperaban pero espero que
salgan mejor de cómo entraron.
Emily Sánchez